Como veterinario y naturópata que soy, el asesoramiento a empresas y autónomos no es mi especialidad.
Y, aún así,. . .
. . .me voy encontrando con que algunos de mis pacientes no están en sí mismos enfermos, sino que sólo tienen problemas personales o
económicos en su empresa.
Los miedos, las depresiones, la falta de estímulo y hasta el síndrome de fatiga, el dolor de espalda (una gran sobrecarga) etc. son, a menudo, sólo la consecuencia de situaciones de fracaso empresarial.
En estos casos, no sólo ondulo con mi QUANTEC a los pacientes, sino también su granja o empresa.
Le pido al ganadero o empresario que
me anote cuál desearía que fuese el resultado
de la ondulación. Después, lo introduzco en QUANTEC y lo envío.
No siempre funciona, pero sí muchas veces.
Y, después, los síntomas remiten por sí solos.
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